Son esos actos empresariales en los que también de hacer la acción cierta que se ejecuta, afectan de forma general a la institución, emiten un mensaje global de la empresa y refuerzan su imagen y posición en el área.
En el planeta empresarial hay unas normas a continuar, que hacen más fácil y mejoran las relaciones sociales y expertos. El Protocolo, más allá del carácter oficial que frecuenta atribuírsele, usado como corresponde se transforma en una vigorosa utilidad para las compañias. Marcar los objetivos de algún acto empresarial, ordenar, planificar y llevar a buen término el mismo, va a hacer que nuestras inversiones alcancen la rentabilidad que esperamos y, todo ello, es labor del estilo y organización de nuestra compañía, en el final de nuestro protocolo empresarial.