En el momento de festejar un acontecimiento hay que proteger todos los datos y uno de ellos, y además de suma consideración, es la selección de los azafatos y azafatas. Habría que seleccionar una agencia enfocada con vivencia en el tipo de acontecimiento que deseamos festejar.
Y no se debe olvidar que hay diversos tipos de azafatos y azafatas, por lo cual es requisito que tengamos claro qué tipo es el más correcto para nuestro evento: azafatos y azafatas de imagen, de congresos, de protocolo, etc.
Ellos van a ser nuestros ayudantes en esta tarea de organización y van a ser los responsables de hacer generalmente las siguientes funciones:
- proveer información sobre el desempeño y las normas del acontecimiento.
- atender y solventar algún duda que logren tener los ayudantes.
- dar documentación, obsequios…
- atender a la llegada de los invitados y reflejar constancia de su asistencia en un registro.
- ser útil de acompañamiento a los organizadores y estar preparados para accionar frente a imprevistos.
Al fin y al cabo van a ser parte primordial del acontecimiento porque contribuirán, efectiva o negativamente, a la construcción de la imagen de la marca o compañía anfitriona.
¿Qué debería tener un óptimo azafato o auxiliar?
Buena imagen, en relación a presencia y disposición tiene relación. Porque no solo hablamos a que su indumentaria sea la correcta a cada oportunidad (aunque comunmente van a estar uniformados), sino además a la actitud mostrada. No es semejante un azafato/a que se muestre dispuesto a ayudarnos con buena cara que uno que esté con la cabeza agachada, los hombros caídos y con cara de pocos amigos.
Hay que tomar en cuenta que la buena imagen siempre esté acorde con la nuestra, oséa que si somos una compañía de tatuajes, lo mejor sería seleccionar azafatos/as que tengan la posibilidad de mostrar los suyos, algo que no tendría ningún sentido para un acontecimiento de distinto carácter.
Habilidades comunicativas, debe ser con la capacidad de comprender de forma sencilla y hacerse comprender. Tienen que ser concisos, claros y concretos en sus explicaciones para que no haya equivocaciones que en ocasiones tienen la posibilidad de provocar un enorme inconveniente.
Información sobre el acontecimiento y el anfitrión, tienen que estar informado sobre el desempeño y las normas porque ellos son los que tienen que reportar a los invitados y solucionar las inquietudes que logren aparecer. Además además deberían comprender algunos datos básicos de la compañía o la marca organizadora (a qué se ocupan, para qué es el acontecimiento, producto que muestran, etc). Si son promotores, qué duda cabe que deberan estar totalmente informados sobre el producto o servicio del que se va a tratar.
Buen trato con la multitud, en donde destaque la amabilidad, la empatía y algo más indispensables en los trabajos de cara al público: la asertividad. Una capacidad infaltante y algo muy apreciado que te sacará de un apuro en los instantes más controvertidos.
Por eso rodéate de los expertos correctos y vas a tener triunfo en todos tus eventos