El impacto ambiental de los transportes puede reducirse antes y después de un evento. Aprovechando al máximo la capacidad del vehículo en cuanto al número de ocupantes por trayecto de reducirán de CO2, al mismo tiempo que se ajusta la partida presupuestaria destinada a transporte.
Compartan sus vehículos para asistir a las reuniones pre-evento. Habiliten un espacio gratuito en el sitio web de su evento que facilite que las personas interesadas en compartir vehículo para asistir tengan facilidad para ponerse en contacto, o bien sugiera a los asistentes la posibilidad de utilizar plataformas específicas para compartir coche como “Blablacar” o “Uber”.
De una u otra forma el mensaje que debe liderar el organizador del evento, este sentido, es el siguiente:
“CONDUCTORES: Propongan las plazas libres que tengan en su coche en el espacio habilitado a tal efecto en el sitio web del evento. PASAJEROS: Consulten las plazas que hay disponibles para asistir al evento en un vehículo compartido”.
Igualmente, deben dar a conocer este servicio de valor añadido de carácter sostenible en otros canales de difusión del evento como Twitter, Facebook, Newsletters, correos electrónicos, ficha de inscripción, convocatorias y notas de prensa, etc.
Bonifiquen de alguna manera, plazas preferenciales o descuentos varios, la ubicación en el parking de los vehículos compartidos.
Si las buenas prácticas de Responsabilidad Social Empresarial constituyen un eje fundamental de su evento, puede ir más allá y fomentar de forma más decidida el uso del vehículo compartido durante el mismo, ofreciendo descuentos en la inscripción, alojamiento, servicios de restauración, etc, a aquellos participantes que bien como pasajeros, o bien como conductores, acrediten estar usando un vehículo compartido en el transcurso del evento.